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¡INFÓRMATE!

Ante la negación de derechos, migremos hacia lo extraordinario.

Ayer celebramos que en 1948 la comunidad internacional, a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 72 años después reconocemos que, como humanidad, nos queda un largo camino que recorrer para su ejercicio pleno.


Los conflictos, la pobreza y la desigualdad, las violencias públicas y privadas, la negación de las diversidades de toda índole, la crisis de los principios y valores democráticos y de participación, un modelo de desarrollo depredador que atenta contra la casa común y acelera el cambio climático, entre otras muchas causas, nos sitúan en una crisis generalizada de los derechos humanos.


El derecho a migrar y el derecho a no migrar.

Entre otras consecuencias, esta crisis multidimensional provoca la migración forzada en nuestro continente y en todo el mundo. Millones de personas no han decidido salir de sus casas y comunidades, sino que se han visto obligadas a huir. Una huida que es una estrategia de supervivencia, que no pretende un futuro mejor sino simplemente un futuro posible ante la negación de su derecho a vivir.


La migración forzada es la expresión de una doble negación de derechos, tanto del derecho a migrar como una opción libre, como del derecho a no migrar. En la Red Jesuita con Migrantes (RJM) defendemos el derecho a migrar como un derecho fundamental, del mismo modo defendemos el derecho a no migrar con la misma fuerza y determinación. La movilidad humana es fuente de crecimiento, de riqueza, de encuentros, es una celebración de la diversidad misma y un reconocimiento de que siendo tan distintas, todas y todos somos iguales en la esencia y deberíamos ser iguales en derechos. Sin embargo de los 272 millones de migrantes en el mundo en el 2020 ¿cuántas están ejerciendo el derecho y cuántas están siendo obligadas a migrar?

Foto: @Jesuit Refugee Service


La pandemia revela la crisis de los derechos humanos.

La pandemia de la COVID19 ha evidenciado cómo las desigualdades previas a la crisis han supuesto que las peores consecuencias (en lo sanitario, en lo económico, etc.) hayan recaído en aquellas y aquellos más vulnerados, más empobrecidos. Así en las personas migrantes forzadas. Una vez más la crisis ha revelado la trama. También el marco del Coronavirus nos ha permitido identificar luchas y gestos de enorme solidaridad y hospitalidad que nos reconfortan y nos abren futuros posibles y reconciliados.


El gran aprendizaje de estos meses es la necesidad de incidir en el futuro que queremos, la vuelta a la normalidad no puede ser una vuelta a lo mismo. Sabemos lo que no queremos, pero ¿sabemos lo que queremos?


Migrar hacia lo Extraordinario

En la RJM hemos lanzado una propuesta de campaña integral #MigrarHaciaLoExtraordinario que se fundamenta tanto en estos aprendizajes y en estas preguntas abiertas, como en la experiencia de la humanidad, y en concreto en la historia de migración que nos ha definido.


En esa historia migrar ha sido el modo de proceder para buscar horizontes de transformación y cambio. Lo que nos convoca es la búsqueda de elementos sobre un futuro radicalmente nuevo (extraordinario) y sobre cómo avanzar hacia el mismo (migrar), frente a la vieja normalidad que contiene las causas de injusticia y exclusión a las que no queremos volver.

Para ello son necesarios los aportes de todas y todos, de cuantos más mejor, haciendo verdad en lo concreto aquello de que de esta “crisis salimos todas y todos juntos”. Desde el 18 de noviembre y hasta el 19 de diciembre hemos lanzado un recorrido con múltiples acciones internas y externas que parten de la invitación de cambiar de perspectiva (lo que tus ojos no miran) profundizando en la realidad, que buscan las historias concretas de resiliencia de miles de mujeres y hombres (te cuento porque me importas), que identifican la participación, la solidaridad, la audacia y la colaboración como estrategias de cambio (De la mano todo es posible) y que finalmente invita a emprender un camino nuevo en base a la conversación colectiva para una conversión como sociedades, sobre un mundo basado en los derechos humanos y sobre los compromisos que individual y como comunidades, instituciones, países, culturas, etc., asumimos para avanzar hacia allá (Caminando hacia lo Extraordinario). Aunque la campaña está siendo una invitación abierta a todas y todos, no sha preocupado especialmente el trabajo directo con jóvenes y con defensoras y defensores de derechos humanos. Más de 200 personas de más de 20 países del continente, de estos colectivos de jóvenes y defensoras, se han involucrado en encuentros internos de campaña.


Invitaciones abiertas. Gesto Global y Festival.

En la campaña vamos siguiendo un itinerario en el que puedes conocer distintos contenidos en los links compartidos más arriba, pero queremos enfatizar dos invitaciones abiertas y concretas:

PRIMERA: Durante toda la campaña estamos invitando a participar de un gesto colectivo que exprese tanto ese futuro nuevo como los compromisos que asumimos para alcanzarlo. Contribuir al Gesto Global es muy sencillo, ingresando en Palabras para lo Extraordinario y siguiendo unas indicaciones sencillas vamos construyendo la textura de ese mundo extraordinario y definiendo compromisos entre todas y todos. Puedes hacer que 5 minutos de tu vida, sean 5 minutos extraordinarios.

SEGUNDA: El sábado día 19 a las 14 horas de México y Centroamérica, 15 horas de Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Haití, 16 horas de R. Dominicana, Bolivia y Venezuela, 17 horas de Brasil (Brasilia), Argentina, Uruguay y Chile, a las 21 horas de Europa Central, cerraremos la campaña en un Festival Latinoamericano TODOS SOMOS, SOMOS UM, con contenidos que vienen de todos los continentes. Transmisión vía Facebook y Youtube del SJMR Brasil (youtube.com/sjmrbrasil)



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