No queremos, sencillamente, una vuelta a esa parte de la normalidad que excluye y que niega la dignidad humana. Al igual que las personas migrantes queremos “IR A MÁS”, es decir, no acomodarnos en lo ya conocido o conseguido, sino buscar vivir con intensidad y dar el máximo de nosotros y nosotras mismas.
Necesitamos imaginar, compartir y crear, un futuro nuevo esperanzador e integrador. Sentimos la necesidad de colocar nuestra mirada en nuevos horizontes. Estamos en un tiempo de elección. O nos resignarnos a que el 2020 sea el año del Coronavirus, y con suerte, de la vuelta a la normalidad que excluye, o ahondamos en las oportunidades que esta coyuntura nos está poniendo delante para tomar un rumbo radicalmente distinto.
¿Migramos hacia lo extraordinario?