"No me dejaron despedirme": el costo humano de las deportaciones hoy. Nuevo Informe de la Iniciativa Kino Para la Frontera.
- Red Jesuita con Migrantes

- 8 sept
- 2 Min. de lectura
Las deportaciones masivas vulneran derechos humanos y profundizan la separación familiar
La Iniciativa Kino para la Frontera (IKF) presentó su Informe de Deportaciones 2025, un análisis basado en 278 encuestas realizadas entre mayo y julio a personas mexicanas deportadas en Nogales, Sonora. El documento denuncia un incremento sustancial en las deportaciones de residentes de larga duración en Estados Unidos, con impactos directos sobre derechos humanos fundamentales como la unidad familiar, la salud y la seguridad personal.

El estudio revela que 57% de las personas deportadas residía en EE.UU. al momento de su detención, frente al 5% registrado en 2024. De ellas, un 44% llevaba más de diez años en el país. Estas cifras confirman que las políticas actuales no solo afectan a migrantes recién llegados, sino también a comunidades establecidas desde hace décadas, generando rupturas que socavan el derecho a la vida familiar y a la estabilidad comunitaria.
La separación de familias aparece como una de las consecuencias más graves: 39% de los encuestados reportó haber sido separado de algún familiar, en la mayoría de los casos de sus parejas e hijos, muchos de ellos ciudadanos estadounidenses. Esta práctica implica la negación del derecho a la reunificación familiar y provoca efectos devastadores en la salud emocional de niños, adolescentes y adultos.
El informe documenta además condiciones de detención que contravienen la dignidad humana. Testimonios recogidos describen hacinamiento, negligencia médica, exposición a humo tóxico, abusos verbales y físicos, así como traslados prolongados en condiciones degradantes. Estos relatos evidencian una vulneración al derecho a la integridad personal y al acceso a servicios básicos de salud.
Otro aspecto alarmante es la colaboración de policías locales con ICE, que facilitó un tercio de las detenciones. Esta práctica amplía el alcance del control migratorio a espacios cotidianos como calles, tribunales y hospitales, instalando un clima de miedo que restringe el derecho a la libre circulación y debilita la confianza en las instituciones públicas.
El documento también denuncia la falta de mecanismos efectivos de supervisión. Tras recortes en marzo de 2025, las oficinas de Derechos Civiles y Libertades Civiles y la del Ombudsman de Detención Migratoria dejaron de responder a denuncias de abusos, lo que constituye una negación del derecho a la justicia y a la reparación.
Frente a estas violaciones, IKF plantea recomendaciones urgentes: al Congreso de EE.UU:
le exige restaurar los sistemas de control, garantizar la rendición de cuentas y priorizar la dignidad humana en la política migratoria.
A legisladores de Arizona les pide reducir la cooperación con ICE y proteger a las comunidades locales.
Finalmente, convoca a organizaciones y ciudadanía a acompañar a las personas migrantes y a visibilizar sus historias como un ejercicio de defensa de los derechos humanos.
Este informe reafirma que la migración no puede gestionarse desde la seguridad y el control, sino desde un enfoque humanitario y de derechos humanos, que coloque en el centro la vida, la dignidad y la unidad de las familias.
Descarga aquí el informe completo (solamente disponible en Inglés)
They didn't let me say bye
Revealing the Human Toll of Deportations.





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