Desde hoy y durante toda esta semana, en Los Ángeles se está celebrando la Cumbre de las Américas. Uno de los temas centrales de la agenda de los Estados será un acuerdo en materia migratoria. Hasta el momento no ha trascendido de manera pública el contenido de un eventual acuerdo, ni si se dan las condiciones para que los Gobiernos lo alcancen. Sin embargo, y dados los precedentes nuestras expectativas no son muy halagüeñas. Las organizaciones sociales estamos atentas y activas ante la posibilidad del acuerdo y venimos haciendo propuestas concretas que se basan en el enfoque de DDHH y que exigen transparencia y colaboración con la sociedad civil.
Al igual que hace tres semanas en Nueva York, con motivo del IMRF-FEMI, la Red Jesuita con Migrantes hace presencia en Los Ángeles y estará participando de distintos eventos y siguiendo las discusiones e intentando, junto a muchas otras organizaciones y redes y agrupaciones de personas migrantes, contribuir positivamente a los logros de esta cumbre.
Como parte del Bloque Latinoamericano (Organizaciones de migrantes y de las sociedades civiles de todo el continente) y junto a muchas otras organizaciones, firmamos un comunicado con algunas exigencias y aportes a la discusión que enfrentarán los gobiernos y ante la eventualidad de que se firme una declaración regional sobre la migración y sus causas.
Entre las exigencias destacamos las siguientes:
Priorizar respeto por los derechos humanos. La declaración no puede estar por debajo de tratados y acuerdos internacionales obligatorios para la mayor parte de los países de la región.
Garantizar la protección a grupos en situación de vulnerabilidad en los acuerdos. Se requieren vías legales complementarias y soluciones humanitarias, que también entiendan que del gran universo de las personas migrantes hay factores de vulnerabilidad, como lo son: género, racialidad, etnicidad o edad, etc.
Establecer sistemas regionales de protección para personas solicitantes de asilo y protección internacional, desde una responsabilidad compartida para reasentamiento de la población refugiada, admisiones humanitarias entre otras.
Estados Unidos de América no debe proponer acuerdos de tercer país ni ningún otro tipo de acuerdo que empuje la militarización de la migración y el incumplimiento a obligaciones internacionales.
Debe también detener las expulsiones colectivas bajo el Título 42 que violan los principios básicos del derecho internacional de los derechos humanos y eliminar el Protocolo de Protección a Migrantes.
Asegurar un compromiso por parte de los países asistentes a la Cumbre, para fortalecer los Sistemas de Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes los cuáles deben garantizar el respeto y la protección de sus derechos, así como el diseño y la puesta en marcha de planes de restitución de derechos de esta población en movilidad, y de mecanismos transnacionales de protección para NNA independientemente de su condición migratoria.
La construcción de “un futuro sostenible, resiliente y equitativo” para nuestro hemisferio implica desarrollar –desde las políticas gubernamentales– los caminos reales para la protección a los derechos humanos, la protección de la vida, la dignidad y la integridad de las personas y la sociedad en su conjunto.
Descarga aquí el comunicado completo
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