"Cuando los representantes de casi 200 países se reúnan en Glasgow el próximo mes de noviembre para la 26 Cumbre de NNUU sobre el Cambio Climático (COP26), el mundo habrá llegado a una coyuntura crítica. La COP26 es la última y mejor oportunidad que tenemos para salvar nuestro planeta y evitar una catástrofe climática"
Con la coordinación de ECOJESUIT, el Secretariado de Justicia Social y Ecología (Curia Roma), la Red Xavier y la CVX/CLC (Comunidad de Vida Cristiana), han propuesto a toda la Familia Ignaciana establecer un compromiso interno en un esfuerzo compartido de incidencia pensando en la cumbre próxima en el Reino Unido sobre cambio climático, donde es necesario dar un salto definitivo hacia la Justicia Climática.
Como indica el Papa Francisco, el cambio climático nos afecta a todas y todos como humanidad, pero las personas más perjudicadas son las más pobres y las más marginadas. Entre ellas constatamos desde hace décadas cómo los efectos del cambio climático en desastres naturales y la apuesta global por modelos de desarrollo depredadores, provocan cada vez más el desplazamiento interno e internacional de cientos de miles de personas en el mundo. La categoría de Refugiados Climáticos esconde el drama de comunidades obligadas a huir por la incompatibilidad de sus territorios devastados con una vida digna.
La declaración nos invita a unir nuestras voces en demandas claras a los gobiernos como, entre otras: Alcanzar en plenitud el Acuerdo de París; Eliminar las emisiones neta para el objetivo de cero del 2050; Incrementar significativamente la inversión en financiación climática para los países en desarrollo; Promover empresas responsables de sus emisiones y de su impacto en el medio ambiente; etc.
Pero también hay un llamado a nuestra comunidad, un llamado a todas y todos en la familia Ignaciana como habitantes de la casa común que compartimos. Nuestro compromiso que asumimos firmando el documento como GIAN Migration y como Red Jesuita con Migrantes, nos lleva a transformar nuestras prácticas de acuerdo a los objetivos de París, sin renuncias ni retrocesos, a articularnos con otras defensoras para garantizar la participación de los países en desarrollo en la COP26 y la implementación de los acuerdos, implementar liderazgos en escucha, en servicio, que promuevan las alianzas en favor del cuidado de la casa común, incorporar al mayor número de personas y comunidades a compartir la causa con las redes de la Compañía, de la Iglesia poniendo atención a los clamores de aquellos descartados y descartadas, poner en valor los aportes de los pueblos indígenas, elaborando soluciones basadas en la naturaleza que protejan los bosques, los océanos, los ecosistemas, la biodiversidad y los biomas, etc.
Hay una invitación a cada una y cada uno a involucrarse en este esfuerzo compartido desde el liderazgo de ECOJESUIT, pueden acceder a http://cop26.ecojesuit.com/ para hacer seguimiento y aprender desde lo local y lo global.
Descarga aquí la declaración completa apoyada por más de 40 representantes de la diversidad de apostolados, redes y muchos actores de la familia ignaciana.
Conoce más desde la perspectiva latinoamericana con el último número de la Revista AURORA (CPAL), llamada ECOactivos.
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