El JRS Europa, junto con otras organizaciones que trabajan en el ámbito de la Migración Forzada a nivel europeo, ha constatado la muy positiva reacción mostrada por la Unión Europea, sus Estados miembros y especialmente por la ciudadanía europea tras la invasión y guerra en Ucrania. Se han formulado recomendaciones para garantizar una rápida aplicación de la Directiva de Protección Temporal y que los refugiados puedan acceder a sus derechos.
En particular, han solicitado a la UE y a las autoridades estatales que:
Garantizar que todas las personas necesitadas de protección que salgan de Ucrania puedan acogerse a la protección, independientemente de su origen, color de piel, sexo, orientación, capacidad o estatus de residencia.
Aplicar la directiva de protección temporal de forma amplia, generosa y armonizada en toda la UE;
Actuar de forma solidaria con los países vecinos de Ucrania, facilitando y apoyando la circulación de los refugiados en toda la UE y organizando su reubicación cuando sea necesario;
Apoyar las iniciativas voluntarias de acogida y de alojamiento privado, fomentando al mismo tiempo el establecimiento de normas mínimas, la salvaguardia y el suministro oportuno de información por parte del Estado sobre el acceso a los derechos y al estatuto jurídico y la transición a una vivienda permanente;
Sin dejar de reconocer la dificultad de garantizar una cobertura mediática fiable en la frontera de Ucrania, las instituciones de la Unión Europea deben garantizar que se investigue y se aborde la discriminación racial o de otros grupos minoritarios, como los romaníes, cuando intentan entrar en la UE.
Prestar especial atención a las necesidades de los más vulnerables, en particular los niños (no acompañados), las mujeres, las víctimas de traumas, así como las víctimas de la trata de seres humanos, estableciendo sólidos sistemas de apoyo específicos.
Garantizar que se mantiene la protección a otros grupos de refugiados y solicitantes de asilo, sin descuidar, discriminar o desviar recursos de ellos.
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