José Tomás Vicuña, SJ, más conocido como Chumi, y actual director del Servicio Jesuita a Migrantes en Chile, asumirá a partir del 1 de abril la coordinación regional de la Red Jesuita con Migrantes (RJM) en la nueva región de América del Sur.
El nombramiento, confirmado por el presidente de la CPAL -Roberto Jaramillo- el pasado 12 de marzo, nos llena de alegría en la familia de la RJM. Chumi, jesuita de la provincia de Chile, tiene una amplia formación académica -Ingeniería Comercial, Ciencias, Filosofía y Teología- y un recorrido profesional que ha desarrollado tanto en el sector pastoral y educativo, pero sobre todo en organizaciones del sector social de la Provincia Chilena. Su relación con el trabajo en la migración forzada se remonta al año 2012, cuando comenzó su relación con el Servicio Jesuita a Migrantes de Chile, como director de la oficina en Arica, desde el 2018 ejerce como director nacional.
Los retos de articulación de esta nueva región que unifica el trabajo de la Compañía de Jesús en toda América del Sur, tienen que ver con la complejidad del flujo migratorio venezolano, pero también con el acompañamiento a todos los retos migratorios en el territorio (Flujo colombiano, haitiano, Cubano, migración socio-económica en cono sur, flujos extracontinentales, etc.). El nuevo coordinador de la región deberá fortalecer el sentido del trabajo conjunto de la RJM, y de las alianzas con otros actores de la iglesia y de la Sociedad Civil. Se apoyará en un equipo coordinador representativo de las obras y territorios de la región. Al menos en la RJM en America del Sur participan 25 obras, entre Servicios Jesuitas a MIgrantes, Servicios Jesuitas a Refugiados, otras obras especialistas en migración, universidades, obras educativas, otros centros sociales, etc. Tiene una presencia activa en Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay.
Chumi viene demostrando un liderazgo, humano, técnico y político en su trabajo como director de Chile y sabemos que ofrece un perfil fantástico para el impulso de esta nueva estrategia de coordinación apostólica en el ámbito de la migración forzada.
Le deseamos lo mejor en sus nuevas funciones, que compatibilizará con su trabajo en el SJM Chile, y le damos las gracias por su disponibilidad, así como a la Provincia de Chile por levantar la mirada a los desafíos de la región.