A finales del 2019 la RJM constituyó una región única en toda América del Sur (RJM SURAM), especialmente por la dimensión y extensión del éxodo venezolano, que exigía profundizar más nuestro dinamismo de red y atenta a todos los flujos presentes en los distintos territorios (Desplazamiento interno en Colombia, los flujos más invisibilizados como el haitiano, el cubano y el extra-contiental, las migraciones vulnerables de un carácter más socioeconómico en el cono sur, etc.)
Roberto Jaramillo SJ, Presidente de la CPAL, ha confirmado el nombramiento de la nueva coordinación de la región SURAM, la coordinación la asume Oscar Calderón Barragán y el marco institucional de la instalación de la coordinación será el JRS LAC. Oscar asume el reto de la coordinación de la RJM SURAM integrado con sus funciones de dirección regional del JRS LAC, que seguirá desarrollando.
Oscar Javier Calderón Barragán, es trabajador humanitario con más de 16 años de experiencia en la construcción de paz, prevención de violencias y acompañamiento a personas desplazadas, migrantes y refugiadas para la protección de sus derechos fundamentales, y la integración en las comunidades de acogida, promotor de procesos de reconciliación. Durante 11 años trabajó en el Servicio Jesuita a Refugiados, primero en Colombia, en Cúcuta, y desde septiembre de 2019 como director regional del JRS-LAC. Cuenta con experiencia docente e investigación en temas referidos a los derechos humanos, derecho internacional humanitario, prevención de violencias, migraciones forzadas y refugiados, su formación universitaria es de Abogado y cuenta con un Mágister en gobierno del territorio y gestión Pública de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
La región SURAM -que abarca todo el subcontinente de América del Sur- cuenta con un equipo de coordinación corresponsable en el liderazgo de la planificación, estrategia y acciones de la RJM. (Conoce más sobre los equipos de la RJM)
Los desafíos del contexto migratorio en la región aumentan su complejidad, que tienen que ver tanto con las dinámicas propias de los flujos y violaciones de derechos de las personas migrantes forzadas, (con la tendencia creciente de estigmatización de la migración, con la respuesta restrictiva, arbitraria y el enfoque de seguridad y soberanía nacional que prevalece en las políticas migratorias con expresiones crudas en el cierre de fronteras y en la militarización, que a su vez exponen a mayor riesgo a las personas migrantes, con los vacíos de protección y el debilitamiento de los sistemas de asilo, etc.) como con las causas que generan los distintos éxodos (los tremendos déficits democráticos, la pobreza y desigualdad creciente, un modelo de desarrollo depredador y criminal con la casa común, la violencia pública y privada -muchas veces en connivencia- en sus distintas expresiones, la persecución y negación de la diversidad, y un largo etc.). La desigualdad y las negaciones del acceso a derechos se han visto reforzados por la pandemia de COVID19, también este marco ofrece nuevos caminos y oportunidades de profunda transformación social.
La nueva coordinación y sus equipos tienen retos claros en la tarea que asumen, entre otros: Que las personas que acompañamos estén y ocupen la centralidad de los procesos de discernimiento en red; crecer en el trabajo intersectorial (la RJM convoca no solo a obras especialistas en migración y refugio, sino también a Universidades, Parroquias, Centros Sociales, Medios de Comunicación, otras redes educativas, etc.) y en las alianzas en la Iglesia y la sociedad civil (convencidos de que solas y solos no podemos), favorecer la innovación y la creatividad para que la red esté integrada en las planificaciones institucionales y sea sostenible.
Agradecemos la disposición para asumir el nuevo liderazgo en la región tanto a Oscar y la oficina regional del JRS LAC, como al equipo de coordinación SURAM, deseamos el mayor de los éxitos en la tarea, conscientes de que solamente hay un sentido: el de ser red para más misión, y solamente una manera que pasa por la implicación y corresponsabilidad de todas las personas e instituciones que hacemos parte de esta gran familia en red.
La Red Jesuita con Migrantes, es la red de la CPAL que desde hace más de 20 años, articula y favorece las sinergias entre personas, redes e instituciones de todos los sectores y territorios de la Compañía de Jesús (y aliadas) como expresión del Apostolado de la Migración Forzada en el continente. Acompañar a las personas desplazadas, migrantes y refugiadas más vulnerables es una prioridad apostólica de los Jesuitas en América Latina y el Caribe y en todo el mundo. (Conoce más de la misión y estrategia de la RJM)
La defensa del derecho a migar y del derecho a no migrar -enfrentando también las causas que generan nuestros éxodos en el continente en los países expulsores- es un horizonte para el acompañamiento, la investigación y la incidencia como dimensiones del trabajo de una red que es interprovincial e intersectorial, junto a la propuesta de una Cultura de la Hospitalidad como camino hacia la Reconciliación, base de la apuesta por una acogida integral en el tránsito migratorio, especialmente en las fronteras, y en las comunidades de destino. La protección, el enfoque diferencial, el acceso pleno a los derechos humanos en un contexto cada vez más complejo, exigen y guían la necesidad de articulación al interno de la Compañía y la alianza con redes y organizaciones de la Iglesia, de otras iglesias, y de la sociedad civil.
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