North America Map
Infogram
top of page
Logo-red.png

+

¡INFÓRMATE!

20-J. Día mundial de las Personas Refugiadas. Sin voluntad política, no hay protección real. Con esta voluntad política, no hay protección real.

  • Foto del escritor: Red Jesuita con Migrantes
    Red Jesuita con Migrantes
  • 20 jun
  • 3 Min. de lectura

En este Día Mundial de las Personas Refugiadas ponemos el foco en el colapso y la negación de los sistemas de refugio y asilo en nuestra región (y en el planeta). Una situación que no solo es evitable, hay muchos elementos que nos sugieren una intención contraria al Derecho Internacional, es decir a la Protección Internacional Debida, a los Derechos Humanos, a la Justicia y la Humanidad. Con voluntad (y decisión) política el escenario podría ser muy diferente, pero el problema no es la ausencia de voluntad, sino la voluntad real de la mayoría de los gobiernos. Y, en algunos casos, ya sin ningún tipo de disimulo dentro de una creciente narrativa oficial anti migrante.

ree

Por eso, igual que afirmamos que sin voluntad política, no hay protección real, hoy podemos decir que con esta voluntad política, no hay protección real. La protección internacional ha sido sistemáticamente debilitada o negada. Vivimos una época de deshumanización. Un tiempo de mirar hacia otro lado, de lavarse las manos, un erial de compromiso. El auge de las políticas y prácticas de contención desnudan el deseo de disuadir, discriminar o negar el acceso a la protección e incluso el principio de no devolución.

 

Entre los síntomas que lo explican, podemos encontrar los siguientes:


  • Las políticas de refugio y asilo se encuentran atrapadas en marcos obsoletos, incapaces de responder a las complejas causas que hoy generan desplazamientos forzados: violencia, persecución, crisis climática, despojo territorial, colapso institucional, entre otras.

  • Algunos Estados han optado por distintas vías, alternativas legales, que finalmente niegan la protección debida, sustituyendo el derecho al refugio con mecanismos temporales o “complementarios”, que —aunque importantes en contextos específicos— no garantizan una protección duradera ni el acceso pleno a derechos y en muchos casos plantean otros obstáculos a una integración efectiva y justa en las sociedades de destino. Refugio y regularización no pueden ser caminos excluyentes.

  • Además, denunciamos las graves deficiencias en el debido proceso, con barreras lingüísticas, falta de atención individualizada y sesgos discriminatorios según nacionalidades, entre otros quiebres de las mínimas garantías. O la imposibilidad radical de acceder a un procedimiento.

  • La inversión en los sistemas de refugio o se ha reducido o se ha falseado, con una inversión real en medidas de bioseguridad, militarización de fronteras y rutas o barreras físicas y legales. Prevalece el enfoque securitista frente al de los derechos humanos.

 

Estos elementos, entre otros, constituyen una ruptura dramática del derecho internacional humanitario, socavando uno de los pilares fundamentales de la protección de la vida y la dignidad de las personas. El refugio no es una concesión, es un derecho. La protección no puede obedecer a un cálculo político ni desconocer la vinculación a los tratados internacionales.

Sin voluntad política, no hay protección real.

 

Es necesario y urgente, entre otras medidas,

  • Reformar los marcos legales para reconocer las causas actuales que generan necesidades de protección internacional más allá de la definición de Ginebra;

  • Asegurar procedimientos justos, accesibles y sin discriminación;

  • Detener las amenazas y las actuaciones que comportan detención y deportación y cualquier violación del principio de no devolución;

  • Integrar el refugio en una política migratoria amplia, basada en la dignidad y los derechos de las personas;

  • Facilitar con agilidad los procesos de acogida en las comunidades de destino;

  • Incrementar y dotar a los sistemas de refugio de un presupuesto acorde con las necesidades de protección internacional existentes;

  • Favorecer programas de educación y sensibilización, transparentes y ajustados a la realidad, que ayuden a la transformación de las narrativas excluyentes y criminalizadoras.

 

La protección es un compromiso ético y legal. Ética fundamentada en el clamor de quienes son forzados/as a huir, en la justicia, en los derechos humanos y en la fraternidad. Legal desde el respeto, desarrollo, implementación y mejora de los marcos internacionales y nacionales.

 

Ni sin voluntad política, ni con esta voluntad política, para una Protección Real hoy, 20 de junio, pedimos una transformación radical de la voluntad política desde la perspectiva de humanidad y fraternidad.

 

Nos acordamos hoy de todos los conflictos olvidados e invisibilizados, desde Haití al Congo. Nos acordamos también de los conflictos persistentes, como el de la invasión de Rusia a Ucrania. Y nos acordamos especialmente de los millones de víctimas en Gaza, todo un territorio condenado. Nos sobran guerras, nos falta paz.

 

Y, por último, queremos este 20 de junio de 2025, recordar con especial cariño al Papa Francisco, que ayudó de una manera tan personal y decidida a ubicar en el centro de las conversaciones globales a las personas migrantes y refugiadas, reconociendo en ellas a verdaderos y verdaderas Peregrinos/as de la Esperanza.

 


Javier Cortegoso Lobato

Coordinador de la Red Jesuita Con Migrantes


Súmate a la Campaña Global La Esperanza es el Camino.


ree

 
 
 

Comentarios


Logo Red.jpg
Logo Jesuitas-CPAL 2019-04 (1).png
  • Blanco Icono de Instagram
  • Blanco Icono de YouTube
  • Blanca Facebook Icono
  • Twitter Icono blanco
  • Twitter Icono blanco
  • 104069
  • Blanca RSS Icono
bottom of page